El otro día me acordé de vos.
Pero no quise escribirte, se lo comenté a una amiga, fue un comentario al pasar.
Pero todavía me sigo acordando de vos o, mejor dicho, no puedo olvidarme de vos.
Supongo que siempre me atrajeron más los pibes complicados
de esos que me cuesta tenerlos, pero yo te tenía, en partes pero te tenía.
O vos me tenías a mí, en realidad era así. Por más que mi amiga se gaste explicándome porque no sos bueno para mí y por más que yo entienda y comparta lo que dice... que ganas de estar con vos en este momento.

Básico

Que básico lo tuyo de volver a buscarme, sobre todo cuando te dije que ya no quería nada con vos. Que básico el que aparezcas un día después de cruzarnos. Que básico pedir que vayamos a tomar algo. Que básico te vi esa tarde sin toda la magia que te inventé. Que básico que le hayas hecho lo mismo que a mí, vaya uno a saber si se lo advertiste. Pero no importa, mi ego agradece que hayas aparecido, a mi razón ya le da igual, a mis sentimientos les da lástima la situación pero mi corazón está tranquilo. 

La moneda está girando

Y cuando está girando la moneda en el aire en realidad ya sabemos de qué lado queremos que caiga... Entonces por qué nos cuesta tanto admitirlo? Por qué nos ponemos en un papel de orgullo y nos encerramos en el? Si es facil la eleccion... A veces sólo hay que dar el primer paso para que el otro reaccione, simplemente para que se de cuenta, porque el otro no es adivino y mira si es lo mejor que te puede pasar en la vida y el miedo u orgullo te estan deteniendo? Y mira si no lo es, pero nunca te vas a dar cuenta si no lo intentas. Capaz que está bueno, entonces hacele caso a eso que querés porque eso que querés y que necesitas de una moneda para "elegir" es lo que realmente querés...

Duele el alma

Me duele el alma. No, no te amé. No me diste tu tiempo ni yo el mio. No me demostraste con acciones cuando me dijiste que me querias, fuiste puras frases de Ismael. No quisiste fundirte solo conmigo. No fuiste capaz de dejar de lado una conviccion tan primitiva y egoista. No me quisiste, no me amaste, no me respetaste, fuiste muy cobarde. Y a pesar de eso me duele el alma, me duele tu indiferencia, me duele haber puesto en vos toda mi energia hasta que me quede chiquita tirada en el piso. Me duele verte, porque aunque sé que a ella tampoco le vas a dar lo que a mi no me diste, igual me duele. Esto también va a pasar y me voy a sanar de vos, mis energias van a volver, es dificil pero voy a sanar.

Cuando era chica

Cuando yo era chica me abrazaba a los arboles, de vez en cuando me encontraba enredada a uno sin entender el porqué, pero después me sentía con mas energía, vivía andando en pata y mamá siempre me decía que cuando crezca iba a tener los dedos del pie abiertos, pero aunque me preocupaba amaba sentir el contacto de la tierra con mis pies, el fresquito del piso. También me gustaba poner música en la pieza y encerrarme a bailar, me liberaba de todo el estrés del día y me hacía dormir tranquila. No sé porque dejé de hacer todas esas cosas...

Ganas

A tu boca que juega con la mía
A tu lengua que acaricia mi piel
A tu sonrisa que se besa con la mía
A tus ojos que brillan cuando reís
A la luz que trasmitís cuando caminas
A mi forma de mirarte
A mi cabeza que no para de pensarte
A mi sonrisa que se ilumina cuando te ve
A mi panza que sólo piensa en tus besos
A mi manera de querer quererte
Y a la tuya tan diferente
A la idea de que seas sólo mío y no querer compartirte
A las ganas de querer compartir más pasiones con vos
A las ganas de querer ser parte de tu vida
A las ganas de que me ames y amarte

Soñadora

Creo que me dio vuelta la cabeza porque nunca conocí a alguien así, tan distinto a todos, tan distinto a mí, hasta en las mismas cosas somos distintos. Me atrevo a decir que tengo ganas de pasar todo el día abrazada a él, solo abrazada y mirándolo, en serio que no pido más, ni besos ni sexo, sólo el abrazo porque en el abrazo yo siento que se juntan las almas y así tal vez pueda entender a este ser tan distinto. Quiero que su alma se junte con la mía y que sonrían juntas, que se fundan en ese abrazo. 
No sueño con él, creo que es suficiente con pensarlo todo el día, me gusta como se le achinan los ojos cuando se ríe y como se le ilumina la cara con su sonrisa. Nunca conocí una sonrisa tan iluminada. Tengo ganas de compartir canciones y secretos, de compartir tiempo y momentos, quiero que me cuente qué hizo en el día y que nos riamos hasta de las más absurdas historias, quiero compartir noches de té y café abrazados y tardes tirados en algún pasto donde nos dé sol. Quiero su mejilla sobre mi pecho mientras lo acaricio.
Tal vez estoy queriendo demasiado para tan poco tiempo, pero yo soy así: soñadora.