El otro día me acordé de vos.
Pero no quise escribirte, se lo comenté a una amiga, fue un comentario al pasar.
Pero todavía me sigo acordando de vos o, mejor dicho, no puedo olvidarme de vos.
Supongo que siempre me atrajeron más los pibes complicados
de esos que me cuesta tenerlos, pero yo te tenía, en partes pero te tenía.
O vos me tenías a mí, en realidad era así. Por más que mi amiga se gaste explicándome porque no sos bueno para mí y por más que yo entienda y comparta lo que dice... que ganas de estar con vos en este momento.